martes, 26 de marzo de 2013

Esas cosas...

... Que crees que solo pasan en las películas y, de repente, ves que tu pueblo... Ese pueblecillo en el que vives, en el que nunca pasa nada, se convierte en un lugar... Bueno, digamos, extraño...
Creemos que en los pueblos todo se sabe... La verdad, yo no se nada de aquí, no me dedico a marujear en las vidas ajenas, pero siempre hay alguna persona que te dice algo, aunque sea un poquito... Y hace escasos dos días, descubrimos que en nuestro pueblo, en ese pueblo en el que nunca pasaba nada, hay una persona sin escrúpulos, despreciable y carente de cualquier tipo de respeto que se le pueda profesar...
Nos dedicamos a cruzarnos con la gente, ni siquiera nos hacemos caso, salvo por esos pequeños detalles, como unos bonitos zapatos o una falda demasiado corta, pero no pasamos de ahí; nos cruzamos y nunca nos paramos a pensar en la vida de esas personas... Otras veces, nos cruzamos con personas conocidas y nos decimos un "hola, que tal" y hablamos del tiempo y de la situación laboral... y al día siguiente, te das cuenta de que una de esas personas con las que te cruzabas, es un delincuente... y no un delincuente de robar una barra de pan, si no un delincuente de los gordos, de esos que piensas que no existen, que sólo se ven en los telediarios y que en tu pequeño pueblo no aparecerán jamás... Y resulta que aparecen, vaya que si aparecen...
Ya ningún sitio es seguro... Tendremos que andar con mil ojos... o dos mil, porque aquí nos crecen los enanos a marchas forzadas...



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